jueves, 31 de julio de 2008

Prueba de Audi Q7 3.0 Tdi Tiptronic

El pasado fin de semana tuve el placer de disponer de un Audi Q7 3.0 Tdi para su completo uso y disfrute durante tres días.

Lo primero que pensé es - ostías ¿dónde aparco el bicho?-, tengo dos plazas de aparcamiento, una de ellas es demasiado corta para los 5,10 metros del "bicho", y la otra es demasiado baja. Sin embargo, la tacnología de este coche es tal, que me permitió solventar el problema en el segundo de los casos, pues accionando desde el MMI el regulador de la suspensión neumática, y colocando el coche en su posición más baja, su altura máxima baja 75 mm con respecto a la más alta. Suficientes para poder aparcar el Q7.
Para ponernos en perspectiva; esta es la ficha general de mi unidad:

Motor: 3.0 TDI 233 Cv. (las nuevas versiones entregan 240 cv)

Longitud: 5,09 metros

Peso: 2390 kg.


Impresiones.
Antes de subirte en él da la impresión que es un coche sumamente dificil de conducir, te esperas muchas inercias y poca maniobrabilidad. Sin embargo, una vez en faena te asombra lo facil que es domar a este dinosaurio.


El motor de 233 Cv tiene par y potencia de sobra para mover con total soltura a la mole en cualquier régimen. Además, el Q7 monta siempre cambio automático Tiptronic de 6 relaciones que hace muy simple su manejo. Vale que el tiptronic es un cambio relativamente lento, pero a su favor juega la baza de la fiabilidad. De hecho, este es el mismo cambio automático que utiliza el Porsche Cayenne y hasta hace muy poco el 911.

El radio de giro del coche es muy alto, y las maniobras son similares a las de cualquier turismo. Además, las enormes ruedas de 20 pulgadas y la eficiente suspensión neumática hace que las inercias desaparezcan totalmente. Estamos ante un todocamino de 2300 kg, vale, pero puedo asegurar que su comportamiento en carretera es superior al de muchos turismos de gama alta (no voy a decir nombres para no manchar su buena "estrella" ejem..)


Carretera:
Tanto en carreteras viradas como en vías rápidas su comporamiento es sobresaliente, y rodando a 120 km/h parece que vas mucho más despacio que la realidad. Los cambios de dirección son muy directos y rápidos - vuelvo a incidir en las bondades de la suspensión neumática - y esto hace que se pueda circular por carreteras secundarias a ritmos de coche deportivo.


Off Road.
Es cierto que el Q7 no es un todoterreno. De hecho, Audi no es lo que buscaba cuando lo diseñó. Sin embargo, he podido probar el coche por pistas de tierra con fuertes agujeros y baches y su comportamiento es como el de cualquier nissan patrol por este tipo de pistas. Vale que no podrá superar un obstáculo de 30-40 cm como haría un Land Roved Defender pero......, ¿cuantas veces pasamos por lugares así?. Además, colocando la suspensión en posición Lift, el Q7 podrá superar sin despeinarse cualquier obstáculo de unos 20-25 cm.

La tracción es permanente a las cuatro ruedas. El diferencial torsen es el encargado de hacer el reparto de fuerza, que es del 40 por ciento al eje delantero y 60 al trasero cuando todas las ruedas tienen la misma adherencia. Esto hace que el manejo en todo tipo de superficies sea de lo más intuitivo.

Espacio.
El Q7 puede montar una tercera fila de asientos para dos personas más y aún así tiene un maletero enorme. Es el coche ideal para una familia numerosa adinerada y con ganas de aventura.

Consumos.
Vale.... los 9 litros a los 100 de media no te los quita nadie pero....., si te has gastado 75.000 €.... ¿te importa?. Aún así, las cifras de consumo y emisiones son mejores que las de sus rivales de Mercedes, Range Rover, o Hummer.

En conclusión.
He disfrutado mucho de este Q7. A su sublime comportamiento en carretera y fuera de ella, te das cuenta que un coche de este tipo de permite descubrir nuevos horizontes. No tuve la oportunidad de realizar recorridos por pistas forestales, pero hay un par de ellas que me encantaría explorar, y sólo con coche de estas características me lo permite.

Además su techo panorámico y abatible hace que te sientas como en un descapotable, pero con todos los lujos y el espacio del mundo. Lo cierto es que para ser un coche perfecto únicamente se sobran unos muchos miles de € en su precio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ja, y no me avisaste para probarlo